50 AÑOS DE LOS PUMAS DE LA UNIVERSIDAD EN PRIMERA DIVISIÓN
CIUDAD DE MÉXICO, México. Ene. 9, 2012.- El último anuncio, en los diarios capitalinos, de un partido de Liga de Pumas en la División de Ascenso versaba así: "Hoy martes 9 de enero, a las 20:30 horas: Universidad vs Cataluña. Campeonato 1961-62 de la Segunda División Profesional. Entrada general $2.00".
Eran la época de esplendor de Chivas. Tan sólo unos días antes, "El Campeonísimo" había conseguido el único tetracampeonato en la historia de la Primera División mexicana y Zacatepec había descendido de categoría. En ese escenario futbolístico, la UNAM se abría discretamente un sitio bajo el mando de Octavio "La Pulga" Vial.
Pumas venció aquella noche al Cataluña de Torreón 5-1. Era la jornada 29, de 30, del campeonato y los universitarios sumaron 45 puntos, inalcanzables para el Poza Rica (42), Refinería Madero (41) y Cruz Azul (36). Su rival de La Laguna era el último sitio de la tabla general con apenas 15 puntos.
Alrededor de 30 mil espectadores, era una etapa en la que el futbol americano dominaba en el deporte estudiantil, fueron testigos de aquel juego, en su mayoría estudiantes que ingresaron gratis al Estadio Olímpico Universitario. El ambiente era de fiesta y ya se presentía el triunfo y ascenso de los universitarios.
La identificación entre afición y jugadores era total. De los 19 futbolistas utilizados regularmente en la campaña, 15 eran auténticos estudiantes, 13 universitarios, y dos más estaba titulados en carreras profesionales.
El caso de Edmundo "Poli" Pérez era particular. Tenía 25 años y era extremo izquierdo. Inició como futbolista en el Politécnico y después pasó por el Atlante. Era, además, pasante de ingeniería eléctrica de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del Poli. Un "burro" en medio de una manada de Pumas.
Carlos Calderón de la Barca Perea y Lorenzo García González, el primero de 28 años y el segundo de 25, eran los goleadores del equipo, los dos habían anotado 22 goles cada uno.
Calderón de la Barca, centro delantero, era contador privado por la Escuela Banjidal y la Academia Hamilton. Militó antes en Atlante y América, y jugó el Mundial de Suecia 58, y se revaloró en Pumas ya que muchos lo consideraban acabado.
Lorenzo García era interior derecho y estudiante de cuarto año de contador público en el Instituto Tecnológico de México y había sido parte antes de Refinería Madero y Monterrey.
La noche del 9 de enero de 1962, Calderón de la Barca y García resultaron claves, y demostraron su valía en el equipo azul y oro.
La alineación completa de la UNAM esa noche fue: José Luis Ledesma; Carlos Gutiérrez, Raúl Chane, Alfredo Zenteno; Alfredo Echavarri, José Antonio Rodríguez; Guillermo Vázquez, Lorenzo García, Carlos Calderón, Manuel Rodríguez y Jorge Gaytán.
Pumas dominó el juego de principio a fin. A los 17 minutos con un tiro libre cobrado por Lorenzo, que le dobló las manos al arquero Ramírez, Universidad se puso en ventaja.
Como ahora, el arma más letal del conjunto felino era la dinámica. El control del balón y la profundidad también eran parte de las características de aquel conjunto.
A los 40', tras un tiro de esquina cobrado por Guillermo Vázquez Mejía, padre del actual técnico universitario, Manolo Rodríguez prolongó el balón y Lorenzo remató de zurda frente al arco para el 2-0.
Cataluña no ofreció resistencia alguna. A los 47' y a los 49', la combinación entre Jorge Gaytán, en las asistencias, y Calderón de la Barca, marcando las anotaciones, dio el tercer y cuarto gol en la cuenta de los universitarios. El último tanto de Pumas en la Segunda División fue de Manuel Rodríguez tras otro pase de Vázquez en un tiro raso que se coló entre una multitud de piernas a los 57'. Con el marcador 5-0 a su favor, Universidad jugó más pausado y dio pie a que Cataluña anotara a los 72' por conducto de Ezcárzaga.
Cuando Felipe Buergo, el árbitro del partido, pitó el final, miles de jóvenes estudiantes con chamarras y suéteres azules saltaron de emoción e invadieron la cancha del Olímpico Universitario entre "Goyas" para llevar a los nuevos héroes en hombros. Los festejos se extendieron hasta el vestidor donde incluso hubo mariachis.
Universidad cerró la campaña en Tampico ante Refinería Madero y estrenó su corona con una derrota de 3-0. Pumas culminó su campaña de ascenso con 18 triunfos, nueve empates y sólo tres derrotas (además de la mencionada, sólo sucumbió como visitante ante Poza Rica y Nuevo León, 3-2 en ambas ocasiones). Marcó 78 goles y le anotaron 40.
Pumas se convirtió así en el cuarto equipo de la capital del país en el Máximo Circuito para la campaña 62-63 (los otros tres eran Necaxa, Atlante y América) e inició una historia de figuras legendarias, de tardes históricas, de triunfos sonoros e incluso de derrotas estrepitosas y tardes negras. El futbol mexicano no podría entenderse sin el Club Universidad.
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